Facilitadoras de Circulos de Mujeres

sentir y acoger nuestra llamada interior

 

 

“Cada una de nosotras ha nacido con un tesoro, una esencia, una semilla de  potencial latente, oculta para ser bien custodiada en el centro de nuestro ser. Este  tesoro que poseemos, esta cualidad personal, potencial, aptitud o don personal (o  la suma de todas estas cualidades) podrá ser desarrollado, encarnado y ofrecido a nuestra comunidad a través de servicios, será nuestra contribución a un mundo  más diverso, vital y evolucionado. Nuestro destino personal tiene que ver con  convertirnos en ese tesoro a través de nuestras acciones.”

Bill Plotkin, psicólogo y  eco-terapeuta

 

La idea de “la llamada” tiene sus raíces en la historia más antigua jamás contada: la del viaje del héroe o la heroína, que aparece en los mitos y las leyendas de todas las culturas y en diferentes épocas históricas. Todas las etapas de esta historia son una metáfora para describir un viaje interno de transformación profunda que pasa inevitablemente por un descenso al submundo, como la de Inanna o Perséfone, para volver con un nuevo sentido de identidad y con algo valioso para ofrecer a su comunidad. La historia siempre empieza con la protagonista en su vida cotidiana, en su mundo conocido. En un momento dado, recibe una llamada a la aventura, un desafío, la invitación a un viaje, a la que tiene que responder conscientemente, aceptándola o rechazándola, antes de cruzar el umbral.

También encontramos la idea de la llamada en diversas tradiciones religiosas, para hablar de la vocación espiritual de una persona (la palabra “vocación” proviene del latín vocationem, que significa  “llamada”). En este caso, se refiere a cuando una persona siente una llamada divina que se aúna con un profundo impulso interno que la lleva  a realizar la tarea que Dios ha destinado para ella en el día a día.

La llamada es algo que surge de lo más profundo dentro de nosotras, y la podemos entender como la voz de nuestra alma hablando: el núcleo  misterioso y silvestre de nuestro ser, nuestra esencia única que quiere  expresarse en el mundo.

Curiosamente, en griego clásico la palabra usada para “alma”  ψυχη  (psyché = psique) significa, además, “mariposa”. Escuchar la voz de nuestra  alma significa emprender un viaje de transformación, siguiendo los pasos del gusano que se convierte en mariposa.

 

Discernir y clarificar nuestra llamada

Un aspecto esencial que está contenido en la semilla de la llamada es la conexión con lo que nos apasiona: aquello que nace de nuestro  corazón, surge desde las entrañas y nos provoca brillo en los ojos.  Nuestra pasión suele ir íntimamente ligada a lo que hacemos bien, a nuestros dones y talentos, a lo que nos sale con más facilidad.

Además de la conexión con nuestra pasión, el proceso de escuchar y seguir una llamada surge, a menudo, durante los momentos difíciles y de grandes retos que te pone la vida, como puede ser un cambio vital profundo, un evento catalizador, una pérdida… Durante esta crisis, que puede ser pequeña o grande, muchas veces brota la semilla de nuestra llamada, a veces de manera sutil o indefinida, a veces con mucha claridad y fuerza.

 

Si nuestra llamada es auténtica, el mismo mensaje se repite y no nos deja tranquilas (aunque tratemos de ignorarlo), nos vuelve a llamar de distintas maneras y desde diferentes lugares, por ejemplo a través de sueños, de cosas que la gente nos dice, de libros que se nos cruzan, oportunidades que se presentan, una serie de sincronías sorprendentes…

Muchas veces, seguir nuestra llamada significa dedicarnos a aprender cosas nuevas, emprender un recorrido de gran crecimiento interno y sentirnos pequeñas ante lo que se nos presenta y nos pide la vida.  Será precisamente la pasión y el entusiasmo intrínsecos de nuestra llamada lo que nos ayudará a sostener la entrega que requiere y los retos que se presentarán a lo largo del trayecto.

El camino de seguir nuestra llamada es un viaje a la autenticidad. Requiere coraje y confianza, un salto de fe (¡o muchos!) y determinación para navegar los miedos, dudas, bloqueos, voces críticas (internas y externes), los “monstrus” varios que se presentaran por el camino….

 

La llamada de la Facilitadora

Maureen Murdock empieza su libro “Ser Mujer, Un Viaje Heroico” con esta afirmación:

“Las mujeres viven una búsqueda hoy día en nuestra cultura. Es la búsqueda del abrazo a su naturaleza femenina, de aprender a valorarse como mujeres y a curar la herida de lo femenino. Como la mayoría de los viajes, el camino de la heroína no es fácil, no tiene señales bien definidas ni guías turísticas. No hay mapa, carta de navegación, ni edad cronológica, para el comienzo del viaje. No sigue caminos rectos. Es un viaje que raramente se ve validado por el mundo exterior.”

A partir de nuestro propio viaje interno, nosotras podemos acompañar a otras mujeres en las diferentes etapas de su camino, desde la comprensión de lo que significa volver a valorarse y sanar la herida de lo femenino. ¿Sientes tú esta llamada?

 

(Este texto de Sophia Style es un breve extracto adaptado del contenido del Módulo 1 de la Formación online “El Camino de la Facilitadora”: La Que Recuerda)

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Comentarios: 1
  • #1

    sextel (viernes, 08 septiembre 2017 15:54)

    trawka